BIENVENIDA:


"No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser siempre niños " Marco Tulio Cicerón.

Este blog nace con la intención de difundir en la red la historía de Sanlúcar de Barrameda. Se pretende que esta página sea una herramienta más para conocer la historía local aportando articulos y noticias relacionadas con la historia y la cultura sobre Sanlúcar y su provincia.
Gracias por vuestra visita.

Publicación electrónica seriada registrada con IBSN (Internet Blog Serial Number)

IBSN: Internet Blog Serial Number 4-4-1453-1789

© Historia de Sanlúcar contemporanea, 2010 Todos los derechos reservados.





viernes, 21 de julio de 2017

El descubrimiento del Tesorillo de la Algaida en 1945, un misterio sin respuesta.


¿Cuántas personas conocen las piezas del  “El tesorillo de la Algaida.? Esta pregunta tendría una fácil respuesta para  todos los que han visitado alguna vez el Museo de Cádiz o se han parado a buscar información sobre este yacimiento excavado a principio de los 80. Sin embargo, ¿Alguien conoce los objetos descubiertos en la primera excavación realizada en el año 1945? La respuesta por ahora creo que sería negativa al ignorarse donde se encuentra dicho material.

Hace un año, me encontraba trabajando sobre la figura del historiador Pedro Barbadillo Delgado[1], cuando llegó a mis manos el diario de campo de la excavación del yacimiento conocido como “El tesorillo.” Dicha  intervención fue dirigida por el arqueólogo jerezano Manuel Esteve Guerrero en el verano de 1945 y financiada por el Ayuntamiento de Sanlúcar. Este diario, me fue enviado por la directora del Museo arqueológico de Jerez,  Rosalía González Rodríguez, cuando le comenté la relación entre el historiador sanluqueño y este descubrimiento. En su diario, Esteve describía tanto los materiales, como las estructuras, aparecidas, sin embargo lo que no aclaraba era donde fueron a parar las monedas y ánforas descubiertas en el Tesorillo. Estos son los hechos sobre uno de los enigmas de la historia de Sanlúcar.

El descubrimiento del Tesorillo.

Según narra Pedro Barbadillo en su libro Historia antigua y medieval de Sanlúcar de Barrameda[2] en el verano de 1944  en la zona del pinar de la Algaida en un paraje conocido como “El tesorillo”, se produce el descubrimiento de los restos  de una calzada que en las cercanías del lugar habían  ido apareciendo tras el inicio de unas obras  para construir un camino forestal.: Extrañados de las referencias que daban, fuimos mi hermano y yo a examinar tales vetas sacando el convencimiento de que no se trataba un lecho de antiguo cauce, si no el firme de antiquísima calzada.

El hermano del historiador era Tomás Barbadillo, en ese momento alcalde de la ciudad y conocido popularmente décadas después como “El alcalde viejo.”Tras el hallazgo y viendo que puede tratarse de un descubrimiento importante, decide ponerse en contacto con  el arqueólogo Manuel Esteve que había sido  nombrado pocos años antes Comisario local de excavaciones arqueológicas de Jerez por el propio organismo nacional.[3] El alcalde escribió a Esteve comunicándole el descubrimiento:  

Mi querido amigo; como le prometí tenerle al corriente de cualquier asunto de  interés que se descubriera, le voy a dar unos datos de algo que estimo lo tiene. Con motivo de pasar unos días en la Algaida, hizo un guarda unas excavaciones en un lugar llamado “El tesorillo” y a unos 25 cm. Se encontraron numerosas ánforas al parecer fenicias, un poco más profundo apareció una piedra como un adoquín grande de unos 40 Kg. de peso, al lado una planchita de barro cocido de unos 40 cm. de alto y unos dos metros de largo con una moldura en la parte superior dentro del recuadro que formaba esta moldura después de extraer unas piedras como cantos rodados que estaban puesto ordenadamente, había unos huesos humanos muy destruidos y en la  altura aproximada de la cabeza una ánfora pequeña. Hice varias catas por los alrededores y encontré idénticas señales, cálculo que en una extensión de unos cuatrocientos metros. No he querido seguir excavando por no destruirlo[4].[…]

Tomás Barbadillo.

Sobre la descripción del material como fenicio, tenemos que entender que el regidor se dejaba aconsejar por su hermano Pedro, en ese momento presidente de la Diputación provincial y muy aficionado a la arqueología. Pedro Barbadillo mantenía la teoría sobre la existencia de una ciudad tartésica en el pinar sanluqueño que había publicado en su Historia de Sanlúcar de Barrameda (1942). De esta forma,  Manuel Esteve animado por las autoridades, se hizo cargo de la excavación financiada por el Ayuntamiento de la ciudad en el contexto de la época de la posguerra, lo cual otorga más mérito a la iniciativa.

La excavación del Tesorillo (1945)

Durante la primera visita de Esteve al yacimiento a finales de Abril, un primer reconocimiento del lugar determina la existencia de abundante material  cerámico alto imperial: Los hallazgos se han dado en tres o cuatro puntos próximos entre si y contados en terreno elevado, es decir como dunas que posiblemente fueron formándose sobre las ruinas existentes[5].  Decidí acometer la  excavación de un muro descubierto en el mismo borde o ribete de las marismas[6].

Dicha estructura mediría unos  9,10 m cerrándose en uno de los ángulos interiores por un muro formado por ladrillos muy gruesos donde apareciendo sobre todo la conocida algunos anzuelos de cobre y cerámica del tipo terra sigilata y restos de tejas. Pero aunque Esteve era el responsable de la excavación, sus obligaciones como director de la Biblioteca municipal de Jerez, no le permitían estar a pié de campo, por lo que dejó como responsable al propio alcalde. Este le comunicaba los progresos realizados que el arqueólogo anotaba en su diario: He estado tres días en la Algaida y las principales cosas encontradas un ánfora completa de 1,20 de altura por 4 de ancho de una forma parecida al dibujo que la adjunto.[…]Además junto a esta ánfora Tomás Barbadillo descubrió varias monedas romanas, cacharros de cerámica roja con dibujo de elefantes y flores.

T. Barbadillo.

Sin embargo, mientras la excavación se estaba realizando, Pedro Barbadillo, sin tener en cuenta que los restos aparecidos eran romanos, publicó de manera “anónima” en ABC dos artículos afirmando que posiblemente se había descubierto en la Algaida la ciudad de Tartessos[7]. Pero por mucho que el entusiasmo del historiador Barbadillo quisiera ver las míticas ruinas buscadas por  Schulten, Manuel Esteve era un profesional y no iba a mentir sobre lo que estaba apareciendo:

 En la página siguiente va el croquis de los descubrimientos en la casa de los pescadores, como la llamamos al principio y que hoy casi podemos afirmar es una fábrica de salazón y posiblemente de garún y cuyo descubrimiento se ha hecho en mi ausencia[8].

Junto a la estructura de la fábrica apareció además un depósito para la sal, un horno para la cerámica, así como restos de vidrios, clavos de cobre y una especie  de cuchillo curvo. Los trabajos continuaron hasta el mes de Agosto donde se encontraron el resto de los muros así como algunas monedas del emperador Claudio junto a un gran número de lucernas. En los  últimos días de la campaña, aparecieron además dos ánforas de salazón de 1,5 y 75 cm, para concluir definitivamente el 25 de Agosto, con la esperanza de continuar  la intervención  más adelante, algo que no se produciría hasta 1952.

¿Dónde fueron a parar las piezas del Tesorillo?  


Leyendo el diario de la excavación podemos hacernos una idea de la cantidad de material cerámico y numismático romano que apareció en la zona, material que fue descrito por Pedro Barbadillo como fenicio para dar consistencia a su teoría sobre tartessos. Según explicaba el propio arqueólogo las piezas en descubiertas en 1945  iban destinadas a un futuro museo local que nunca se creó: Se piensa formar un museo que se desea instalar en una antigua construcción existente en la cuesta del Carmen viejo[9] de estilo manuelino.

 Por otra parte, cuando indagué sobre donde se había depositado  todo el material descubierto, me puse en contacto con los directores de los museos arqueológicos  de Jerez, Cádiz, Sevilla y el Arqueológico Nacional,  informándome estos que entre sus fondos no se encontraban nada procedente de la excavación de la Algaida  de esos años. Consultando por último con los familiares del historiador, estos  me informaron que ellos desconocían donde fueron depositado esos objetos de la Algaida. De esta forma , conocemos algunas de estas piezas por los dibujos realizados por Manuel Esteve en su diario, así como los planos de las estructuras descubiertas, ignorando hasta la fecha, donde fueron a parar los materiales hallados en esa primera excavación del Tesorillo de la Algaida.

José Mª Hermoso.
 Lcdo Historia.




[1] HERMOSO RIVERO, José Mª “Pedro Barbadillo y su visión de la ArqueologíaActas III Jornadas de Arqueología del Bajo Guadalquivir. Arqueólogos por el Bajo Guadalquivir en la primera mitad del S. XX. Parodi Álvarez, Manuel ( Coord.) Ed. Asociación Luis de Eguilaz de amigos del libro y las bibliotecas. Imprime Santa Teresa Industrias gráficas. Sanlúcar 2016. pp 135-157
[2] BARBADILLO DELGADO, Pedro Historia Antigua y Medieval de Sanlúcar de Barrameda. Reimpresión facsímil completa de 1945-  Ed.  A.S.E.H.A . Santa Teresa industrias gráficas. Sanlúcar de Barrameda 2001. pp 76-80
[3] González Rodríguez, RosalíaManuel Esteve Guerrero: Arqueólogo y fundador del museo.” Actas III Jornadas de Arqueología del Bajo Guadalquivir. Arqueólogos por el Bajo Guadalquivir en la primera mitad del S. XX. Parodi Álvarez, Manuel ( Coord.) Ed. Asociación Luis de Eguilaz de amigos del libro y las bibliotecas. Imprime Santa Teresa Industrias gráficas. Sanlúcar 2016. pp 157-181
[4] ESTEVE GUERRERO, Manuel. Diario de la excavación en “ el tesorillo “ de la Algaida, Sanlúcar. Carta de Tomás Barbadillo trascrita por Manuel Esteve incluida en el diario de la excavación.
Museo arqueológico de Jerez de la Frontera. 1945. fol.1-3.
[5] ESTEVE GUERRERO, Manuel. Diario de la excavación..fol 4
[6] Posiblemente esta estructura era  el conocido como muro de las marismas construido en 1571 y que evitaba las inundaciones  y que fue descrita por Velázquez Gaztelu. VELAZQUEZ-GAZTELU, Juan Pedro. Historia antigua y moderna de la muy noble ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Volumen I. A.S.E.H.A. Sanlúcar de Barrameda. 1992  pág. 250
[7] Descubrimientos arqueológicos en Sanlúcar de Barrameda ¿Hic est Tartesos? Diario ABC 16 Junio 1945. Edición  de Sevilla. Aunque dicho articulo no aparece firmado,  el propio Esteve afirma en su diario que fue el propio Pedro Barbadillo.
[8] ESTEVE GUERRERO, Manuel. Diario de la excavación fol 9.
[9] ESTEVE GUERRERO, Manuel. Diario de la excavación..fol 4

5 comentarios:

  1. Magnífico artículo. A ver si descubrimos en poder de quién se encuentran estos materiales y empezamos a organizar un museo de historia local. Sanlúcar debe ser una de las pocas ciudades de España -o la única- de su categoría poblacional e histórica que carece de un museo de este tipo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por el comentario, es un primer paso para dar a conocer este patrimonio desconocido.

    ResponderEliminar
  3. Como bien consideras y adviertes el legado debe ser conservado y costodiado lo mas próximo al resto estudiado, porque cual ecosistema no puede entenderse sino en su contexto original... El concepto de "acumulo" descontextualizado no tien sentido histórico ni científico... no se trata de crear "parques temáticos artificializados" sino espacios inherentes a su raiz y origen

    ResponderEliminar
  4. No deberías preguntar a la familia Barbadillo. Sanlúcar fue siempre conocida como un lugar de 'pillaje'. Tómate un vino o dos por el centro y pregunta a los viejos, a ellos les da igual decirte que los restos adornan sus patios y cortijos

    ResponderEliminar
  5. Estupendo articulo Chema, una pena como siempre lo que desapareció y sigue desapareciendo en la ingente cantidad de yacimientos que alberga el municipio de Sanlúcar.
    Muchas gracias.

    ResponderEliminar