El final del reinado de Alfonso XIII y la
llegada de la II República en Sanlúcar quedó ensombrecida por varios conflictos
sociales. En este artículo se pretende analizar uno de esos conflictos
acaecidos en los meses previos a la proclamación del régimen republicano. Los
acontecimientos están contextualizados dentro del incipiente movimiento
campesino que desde finales del s. XIX había aparecido en la zona del marco de
Jerez. La importancia de los hechos acaecidos en Sanlúcar trascendió a la
política nacional, el propio gobierno siguió con atención el desarrollo de la
huelga por la repercusión social que estaba tomando en la nación.
Durante los años finales del reinado de
Alfonso XIII, la crisis econonómica afectaba sobre todo al sector primario. Los
sucesos internacionales de 1929, habían provocado el resurgimiento de las
protestas de los partidos políticos y sindicatos que habían sido perseguidos
durante la dictadura del general Primo de Rivera. Tanto el PSOE como la UGT, y
sobre todo la CNT en las zonas de Barcelona y Andalucía, aprovecharon la
inestabilidad social para intentar derrocar la monarquía, mediante continuas
huelgas y conspiraciones, como la dirigida por José Sánchez Guerra en Enero de
1929[1].
La preeminencia del sector agrario en la provincia de Cádiz facilitó el establecimiento de la CNT y la UGT en la mayoría de los pueblos de la costa noroeste. Como expone Caro Cancela[2], la CNT era el sindicato mayoritario en Cádiz en 1932 con 34.832 afiliados mientras que la UGT estaba integrada por 7.732 afiliados. En 1931 existían varias asociaciones obreras pertenecientes a estos dos sindicatos[3]: Dentro de la UGT sanluqueña encontramos: Centro obrero de oficiales panaderos, Sociedad de Albañiles “El porvenir”, Sociedad de Toneleros “La armonía”. Pertenecientes a la CNT: “La sembradora" de viticultores y sembradores, Sociedad de obreros marineros “ El despertar marítimo”, “ La constancia de la construcción” Federación Local de Sociedades obreras “Aurora nueva”.
La preeminencia del sector agrario en la provincia de Cádiz facilitó el establecimiento de la CNT y la UGT en la mayoría de los pueblos de la costa noroeste. Como expone Caro Cancela[2], la CNT era el sindicato mayoritario en Cádiz en 1932 con 34.832 afiliados mientras que la UGT estaba integrada por 7.732 afiliados. En 1931 existían varias asociaciones obreras pertenecientes a estos dos sindicatos[3]: Dentro de la UGT sanluqueña encontramos: Centro obrero de oficiales panaderos, Sociedad de Albañiles “El porvenir”, Sociedad de Toneleros “La armonía”. Pertenecientes a la CNT: “La sembradora" de viticultores y sembradores, Sociedad de obreros marineros “ El despertar marítimo”, “ La constancia de la construcción” Federación Local de Sociedades obreras “Aurora nueva”.
La situación económica y política nacional
provocó el auge de las huelgas y las protestas a comienzos de 1931. En enero,
el consejo de ministros encabezado por Berenguer creía que dada la situación
del país era necesario convocar elecciones legislativas a principios de Marzo.
La respuesta de los republicanos y el partido socialista fue negarse a
participar en estas elecciones si no tenían como intención de formar unas
cortes constituyentes, para aislar aún más a la monarquía, el 10 de Febrero se
creó la “Asociación al servicio de la Republica" encabezadaza por Ortega y
Gasset, y donde se integraban numerosos intelectuales de la talla de Antonio
Machado, Ramón Pérez de Ayala .
Sanlúcar. Febrero de 1931. La huelga de los
viticultores.
En campesinado Sanluqueño sufría los males del
latifundismo imperante en el marco de Jerez. A pesar de la política
proteccionista implantada durante la dictadura de Primo de Rivera, la
producción agraria tendió a desvalorizarse, mientras que el alza de precios
empobrecía aún más a la población. El 67 %[4]
de las tierras de la provincia pertenecían a un 3% de la población, que
mantenía un inmovilismo tecnológico centrado en los cultivos de secano. Esta
desigualdad en la propiedad agrícola producía numerosos conflictos entre los
trabajadores del campo y los patrones por el precio de los jornales y la
contratación de los jornaleros, todas estas causas unidas a los efectos de la
climatología adversa provocaba la precariedad del trabajo en el campo.
El 21 de Febrero de 1931 se produce una
manifestación de los viticultores sanluqueños protestando por la contratación
de jornaleros de otras poblaciones, la represión policial debió de ser
desmedida ya que se produce un tiroteo donde resulta muerta Carmen Mateos
Hierro. La autoria del crimen no queda clara, ya que la noticia publicada en el
diario “El Sol" no da más detalle de como se produjo el
asesinato. Los jornaleros viticultores conmocionados por el suceso, convocan
una huelga general en la ciudad que según apareció en el diario "El
heraldo de Madrid" fue secundada por toda la población. La jornada
de huelga fue tensa, produciéndose tres personas heridas. La
tensión en la población era tal que el ministro de gobernación José María de Hoyos fue interrogado
por los periodistas sobre la cuestión, a lo que respondió que dicho conflicto
estaba en vías de solucionarse[5].
Posiblemente
el gobierno presionó a las autoridades locales para que pusieran fin al
conflicto, ya que al día siguiente se reunieron los gremios de viticultores con
una comisión de los patronos. En dicha reunión se expuso que la contratación de
jornaleros de fuera perjudicaba a la población, pero debido a la gravedad de
los acontecimientos los viticultores decidieron volver al trabajo, mientras que
la comisión de los patronos se comprometía a buscar una solución para esto[6].
En definitiva, la patronal buscaba restaurar la normalidad mientras que ganaba
tiempo para calmar los ánimos de los viticultores. En marzo la situación
económica se vio agravada por una temporada de lluvias que obligó al
ayuntamiento local a ampliar las raciones en los comedores escolares dado que la
mayoría de las familias carecían de dinero para comprar alimentos suficientes[7].
La
proclamación de la II República
La calma tensa de los meses siguientes era una
falsa tregua para reanudar los conflictos entre los patronos y los
viticultores. Mientras que la monarquía expiraba, las organizaciones obreras y
los partidos republicanos se preparaban para las elecciones municipales del 12
de abril. En las elecciones municipales de Sanlúcar de 1931,
resultaron elegidos 27 concejales de los cuales 9 eran conservadores, 10
liberales, 7 de otros partidos monárquicos y 1 perteneciente al partido
socialista[8].
Las numerosas irregularidades de los comicios provocaron numerosas protestas de
las organizaciones de izquierdas locales. La proclamación dos días después de
la Republica fue celebrada en Sanlúcar con un multitudinario mitin de la CNT en
el Teatro Reina Victoria donde asistieron 4000 obreros. Dicho acto estuvo
presidido por Francisco Arin, delegado de la CNT de Barcelona, que alentó a la
población para que hiciera la revolución si el fascismo intentaba rescatar la
monarquía, el pueblo se echara a la calle para hacer la revolución.
La llegada de la II República supuso un
triunfo frustrado para los grupos de izquierda que vieron en esta un triunfo
del proletariado sobre los caciques, las semanas posteriores a la proclamación
de la República se vivieron en los pueblos un ambiente de guerra de clases[9].
El gobierno republicano se afanó en mantener el orden en todo el país pero no
pudo evitar el ataque a las iglesias y conventos por parte de bandas
organizadas, solamente en Madrid ardieron 6 conventos, mientras que en Cádiz
y Sevilla, fueron atacados otros tantos. En Sanlúcar no se conocen
incidentes hasta el 13 de mayo cuando es atacado el convento de los capuchinos.
Mayo de 1931. El incendio del convento de
Capuchinos.
Los hechos ocurren el 13 de mayo; sobre las
siete de la tarde se produce un incendio en el convento de los padres
capuchinos. En un primer momento no se buscan culpables entre la mayoría de la
población ya que se desconoce como se ha producido el incendio[10].
La población colaboró con los propios frailes para extinguirlo, después
de esto, los religiosos deciden abandonar el edificio posiblemente por la
sospecha de que fuera un ataque intencionado dado el clima general de ataque
contra las posesiones eclesiásticas. Dos días después aparecen en la prensa los
primeros detalles sobre los hechos, la guardia civil detiene a diez individuos
que confiesan ser los autores del incendio. Son detenidos cuando se dirigían a
Chipiona para, según la prensa, incendiar el convento de la virgen de Regla.
Los motivos de estos ataques eran para justificar el cobro de 4.000 pesetas que
les habían dado por cometer dichos actos. Como prueba de la detención se les
requisan a los detenidos algunas alhajas del convento que los frailes
abandonaron en una maleta cuando intentaban abandonar el edificio, pero estas
no son los únicos objetos sustraídos del convento, ya que en los días
posteriores muchas personas devuelven otros objetos, lo que provoca nuevas
detenciones. Los diez principales detenidos son llevados el 17 de mayo a Cádiz
donde serán puestos en manos de la autoridad militar provincial.
Desconocemos el nombre de los principales
acusados, solamente trascendió a la prensa el móvil de los hechos, el encargo
de cometer dichos actos por una cantidad de dinero sin que saliera a la luz
quién estaba detrás de este encargo, cosa sorprendente si tenemos en
cuenta los “duros” métodos policiales de la época denunciados
continuamente por los sindicatos. No podemos dejar de conjeturar sobre la
autoría de los acontecimientos, el ataque contra un convento era un suceso
común en las primeras semanas de la instauración de la República, en algunos
casos se acusó a bandas anarcosindicalistas y en otras a individuos sin ninguna
filiación partidista.
Conclusiones.
Después del incendio del convento de
Capuchinos, siguieron algunas semanas de tranquilidad hasta que el conflicto de
los viticultores volvió a reanudarse. En el mes de Julio los viticultores
declararon el boicot al patrón Rafael Roig[11]
ya que el capataz de este se negaba a admitir a algunos obreros. La comisión
arbitral no consiguió mediar entre las partes implicadas. En Agosto se produce
la huelga de los pescadores, consiguiendo estos tras varios días de huelga un
aumento de sus salarios.
La llegada de la República fue tomada por la
clase obrera como un motivo más para incentivar sus protestas contra los
patronos. El cambio de régimen no supuso un cambio en las relaciones entre los
jornaleros y patronos, ya que durante 1931 no sólo no disminuyeron los
conflictos sociales sino que aumentaron. El ataque contra las propiedades
eclesiásticas locales no puede atribuirse a los sindicatos de la ciudad, ya que
los individuos detenidos no aportaron datos sobre su filiación. 1931
supuso la reorganización de los sindicatos locales que tomarán partido en
el año siguiente en varias huelgas en solidaridad con otros trabajadores de
poblaciones cercanas[12].
La radicalización de las posturas de los sindicatos llevaría a un clima de
inseguridad en la población que provocaría numerosos disturbios en los años
siguientes.
José Mª Hermoso.
Lcd.Historia.
Sanlucarcontemporanea@gmail.com
Bibliografía.
- Viejo Fernández, José Antonio “, Las luchas obreras en Sanlúcar de
Barrameda (1932-1933) Los revolucionarios de la CNT en Acción “.Comunicación
dentro de: E. Alcalá Ortiz .(coord.) Niceto Alcalá Zamora
y su época .Priego de Córdoba 1999.
- Caro
Cancela , Diego. “Implantación sindical y participación electoral en la Segunda
Republica : Cádiz (1933-1936)”
rodin.uca.es:8081/xmlui/bitstream/handle/10498/9269/17212868.pdf
- Hemeroteca Nacional de España
- Jackson, Gabriel, La Republica Española y
la guerra civil .Ed. Crítica 1976. pag.47-48
- Montañés , Enrique . “ Crisis
agrícola y reformismo republicano: La instauración de la negociación colectiva
en la campiña andaluza, 1931-1933 “ Revista. ESTUDIOS REGIONALES Nº 49 (1997),
PP 133-160
- Tuñón de Lara , Manuel . La España del
S.XX .La quiebra de una forma de Estado (1898-1931) .Ed Laia .Barcelona
1974.. pag-210, 211
- Viejo
Fernández , José Antonio “ La guerra civil en Sanlúcar de Barrameda “
“http://www.todoslosnombres.org/doc/investigaciones/investigacion107.pdf
Notas
:
[1] Tuñón de
Lara , Manuel . La España del S.XX .La quiebra de una forma de Estado
(1898-1931) .Ed Laia .Barcelona 1974.. pag-210, 211
[2] Caro Cancela , Diego. “Implantación
sindical y participación electoral en la Segunda Republica : Cádiz (1933-1936)”
rodin.uca.es:8081/xmlui/bitstream/handle/10498/9269/17212868.pdf
[3] Viejo Fernández,
José Antonio “, Las luchas obreras en Sanlúcar de Barrameda (1932-1933) Los
revolucionarios de la CNT en Acción “.Comunicación dentro de: E. Alcalá
Ortiz .(coord.) Niceto Alcalá Zamora y su época .Priego de Córdoba
1999.
[4] Montañés ,
Enrique . “ Crisis agrícola y reformismo republicano: La instauración de la negociación
colectiva en la campiña andaluza, 1931-1933 “ Revista. ESTUDIOS REGIONALES Nº
49 (1997), PP 133-160
[8] Viejo Fernández , José Antonio “ La
guerra civil en Sanlúcar de Barrameda “
“http://www.todoslosnombres.org/doc/investigaciones/investigacion107.pdf
[12] Viejo Fernández , José Antonio
“,Las luchas obreras en Sanlúcar de Barrameda (1932-1933) Los revolucionarios
de la CNT en Acción
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