
Cuando tratamos de
celebridades señeras de la historia de Sanlúcar, el siglo XIX parece casi
huérfano de grandes nombres que aún lejos de su ciudad de origen, destacaron en
los acontecimientos más importantes de la nación. Una de esas figuras, hoy olvidada,
fue sin duda Rafael Mendicuti Surga, nacido en Sanlúcar de Barrameda en 1814 y
que en el desempeño de la carrera militar, fue testigo de sucesos como el motín
de los Sargentos de La Granja, o el llamado abrazo
de Vergara que dio fin a las guerras Carlistas.
El militar sanluqueño
nacería un 15 de Abril, siendo hijo de José Mendicuti[1]
natural de las Cabezas de San Juan y Luisa de Surga y Cortés[2].
Del mismo matrimonio nacería su hermano José en 1830, el cual desempeñó
diversos cargos públicos en Sanlúcar como miembro de partido progresista.
Rafael después de comenzar los estudios en Sevilla de derecho y filosofía y
desoyendo los consejos de su madre[3], ingresó
en 1832 en el Real cuerpo de guardia marchándose a Madrid.
Después de pasar dos
años en la capital, en 1834 su escuadrón fue destinado a Burgos con la misión
de capturar al antiguo guerrillero conocido como el “Cura Merino” que a principio de la década de 1830 se había unido a las filas
carlistas. Durante este servicio se le ascendió a cadete destinándosele nuevamente
a la capital del reino aún a pesar de solicitar permanecer en la campaña.
El
motín de los Sargentos de la Granja. (1836)
El denominado motín de
los sargentos de la Granja, ocurrido en Agosto de 1836, fue sin duda uno de los
sucesos más importantes dentro del periodo de la regencia de la Reina María
Cristina, esposa de Fernando VII. Los acontecimientos se desencadenaron la tras
la destitución en mayo del presidente del gobierno Juan Álvarez Mendizabal,
líder de los liberales progresistas. Con un malestar creciente con la corona
dentro de la facción política, aprovechando la estancia de la reina en el
Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, un grupo de sargentos se sublevaron
pidiendo la restitución de la Constitución de 1812. Debido a que los oficiales
de alto rango se encontraban ausentes al haber asistido a una función de
ópera, parte de los soldados dirigieron
su ira contra sus compañeros que no se
habían unido a la revuelta entre los que se encontraba el propio Mendicuti.
Este, acantonado en su cuartel y viendo el cariz de los acontecimientos, ordenó
a su escuadrón de caballería formar en el patio y esperar impasibles al regreso
de los mandos. Al cabo de varias horas y tras negarse a facilitar caballos a
los amotinados, llegó la noticia de que
debía jurar acatar la constitución de Cádiz y como premio a su lealtad, ese mismo
día fue ascendido a sargento. Sin embargo, para sorpresa de muchos el sanluqueño
rechazó el ascenso, alegando que se debía más a causas políticas que a sus
méritos en el ejército.
Las
guerras carlistas y la regencia. Su vinculación con general Espartero.
(1837-1843)
En Junio de 1837 tras
el recrudecimiento del conflicto contra los partidarios de Carlos María Isidro, fue requerido por el general
Baldomero Espartero para que le asistiera como su ayudante de campo. Durante
los dos años siguientes, Rafael Mendicuti intervino con el rango de capitán de
húsares en las principales batallas del
norte de España, destacando su participación en el sitio de Peñacerrada.( País
Vasco)

Con la guerra inclinada
a favor de las tropas del gobierno de Madrid , en Agosto de 1839 se firmaría el
llamado pacto de Vergara entre
Espartero y el general carlista Maroto
que terminaría con la guerra. Durante las semanas que duró las negociaciones
secretas, el militar sanluqueño participó como hombre de confianza del duque de
la Victoria siendo uno de los pocos testigos del acuerdo entre los dos
militares. Al año siguiente fue ascendido a teniente coronel, sin embargo su
prueba de fuego llegó en 1840. En ese
año el enfrentamiento entre los grupos progresistas y moderados llegó al propio
ejército y de este a la población. Así durante la estancia de la reina María
Cristina en Barcelona, esta se negó a aprobar las leyes progresistas que Espartero
había presentado. Con esta la negativa,
las capas populares junto con una parte de las tropas de la ciudad se
levantaron contra la corona, manteniendo el sanluqueño su guarnición acuarteladas
para evitar el amotinamiento.
Es de reseñar que aunque Mendicuti militó
en las filas progresistas, sus opiniones no coincidían plenamente con las del
líder del partido. Así cuando regresó a Madrid ese mismo año, su relación con
los partidarios del ´duque de la Victoria se había vuelto distante. Con un
clima político cada vez más complicado y a pesar de las discrepancias con el regente, mantuvo su fidelidad personal
a quien había sido su mando. De esta forma cuando en Octubre de 1841 tuvo noticias del golpe que estaba preparando
el general Concha contra Espartero,
corrió a casa del regente para advertirlo y acto seguido, se presentó en el
cuartel del regimiento de Soria para al
frente de estos cargar contra los insurrectos. Como premio a este nuevo acto de
fidelidad que le supuso el ascenso al grado de coronel del que no disfrutaría hasta casi una década después.
Los
años de exilio y represión :( 1843-1847)
En Junio de 1843, los
generales y líderes del partido moderado Ramón María Narváez, Manuel Gutiérrez
de la Concha y Francisco Serrano regresarían a España procedentes de Francia
para derrocar al regente Espartero. La batalla entre las tropas leales a la reina
María Cristina tendría lugar cerca de Torrejón de Ardóz, donde parte de
los soldados del ejercito esparteristas desertaron a las filas moderadas consumándose la caída de la regencia del duque
de la Victoria. Sabiéndose perseguido por los moderados, Mendicuti se dispuso a huir disfrazado a Cádiz donde
pensaba que podría encontrarse oculto el propio Espartero. A su paso por
Bailén, fue detenido por las tropas del
gobierno de Narváez, que lo llevaron preso a Granada, donde permaneció
encarcelado casi un mes en la Alhambra. Después de ser liberado, retomó su
marcha a Cádiz, pero al llegar a la ciudad supo como el militar hacía varias
semanas que había embarcado en
El Puerto de Santa María rumbo a Inglaterra.
Teniendo en cuenta el
clima de represión contra los progresistas, el sanluqueño embarcó en el vapor
británico Malabar anclado frente a
Rota, para marcharse a Inglaterra donde permanecería casi un año. A finales de
1844 regresaría a España pensando que el gobierno no tendría ninguna causa
penal contra él, sin embargo nada más llegar a Madrid fue detenido y
encarcelado durante cuatro meses siendo degradado además de su rango militar.
Al salir de la cárcel decidió regresar a Sanlúcar, no sin antes intentar
socorrer con sus ingresos a otros compañeros de filas[4].

El
regreso a la vida pública. (1852-1857)
Después de varios años
de persecución y con una hacienda mermada por los avatares de la época, Rafael
Mendicuti regresaría a la política para desempeñar una comisión a las órdenes
de su compañero Joaquín Armero que ostentaba el cargo de Capitán general de
Extremadura. Terminado este servicio, dos años después fue designado por el
ministro de guerra general D. Anselmo Blaser como comisionado a Andalucía
pudiendo establecerse en Sanlúcar. Su vinculación al progresismo dio por fin un
justo reconocimiento cuando durante el bienio progresista (1854.1856) fue
elegido como diputado por Cádiz en las cortes generales,[8]
siendo además nombrado por el nuevo
gobierno de Espartero para el cargo de
gobernador militar de Huelva. Pero como venía siendo costumbre en el
sanluqueño, prefirió renunciar al nombramiento sabiendo que este se debía más
al interés político que al reconocimiento de sus méritos dentro del ejército.
Con la caída nuevamente
del progresismo, Mendicuti se retiró definitivamente a Sanlúcar con el título
de brigadier de caballería, recibiendo además en 1857 la cruz de San
Hermenegildo la cual aceptó por
significar un galardón militar por su carrera. Sobre los últimos años de su
vida en la villa sanluqueña poco se sabe ,incluida la fecha de su muerte. Si
bien es cierto, que en la década de 1860 parece desaparecer toda noticia sobre él
exceptuando su integración dentro de la Sociedad de carreras de caballos de Sanlúcar[9].
En la vida política, recogió el testigo su hermano José como uno de los líderes
del partido progresista y que tomaría parte en la revolución de 1868 en la
villa.
Sin duda la figura de Mendicuti
Surga sería merecedora de una monografía que analizara tanto su figura como su
destacada participación en la política de su tiempo. Su relación personal con el general Espartero y los
principales líderes políticos del periodo isabelino lo hacen ser uno de los
personajes más relevantes de la Sanlúcar del S. XIX.
José Mª Hermoso Rivero.
[1] Climent Buzón, Narciso , Historia social de Sanlúcar de Barrameda.
Vol. VI. En los tiempos de Rubio Contreras. ( 1868-1902) Ed. ASEHA. Santa
Teresa Industrias gráficas. Pág, 28
[2] CARO
CANCELA, Diego ( DIR.). Diccionario biográfico de
parlamentarios de Andalucía ( 1808-1869) E.D.
Centro de estudios Andaluces Consejería de Presidencia. Sevilla 2012. Pág. 212. Ed
[3]
San Miguel, Evaristo, (
Prol) Estado Mayor General del Ejército Español. historia
individual de su cuadro, formada con las biografías de los que más se han
distinguido e ilustrada con los retratos de cuerpo entero : redactada con la
aprobación de S.M. / Sección de Brigadieres . Imprenta de Pedro Montero. Madrid. 1852.
[6] GARCÍA RODRÍGUEZ José Carlos, Las carreras de caballos de Sanlúcar de
Barrameda (1845-1995) Ed. Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de
Barrameda. Imprime Santa Teresa Industrias gráficas. Sanlúcar 1995.Pág.49
[8] San Miguel, Evaristo, ( Prol) Estado
Mayor General del Ejército Español. historia individual de su cuadro, formada
con las biografías
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