Existe en la villa y
corte de Madrid en pleno barrio de
Lavapiés, la llamada plaza de Cascorro,
donde los visitantes pueden contemplar con curiosidad o indiferencia el
monumento a un soldado armado con un fusil y un bote de gasolina. Grabado en el
pedestal podemos leer que el monumento
está dedicado al soldado Eloy Gonzalo García, “héroe de Cascorro”, que pasó
a la posteridad por su
comportamiento intrépido en 1896 durante
la guerra de Cuba. Pero lo que la posteridad ha olvidado, solo conservándose
memoria en las viejas hemerotecas, es que la figura de Eloy Gonzalo, también
dio lugar a uno de los fraudes más famosos
de la España de aquellos años de la guerra de Cuba ocurrido entre
Cádiz, Sanlúcar y El Puerto de Santa María.
Para saber cuál fue el origen del fraude del héroe de
Cascorro, tenemos que remontarnos al 22 de Septiembre de 1896 , cuando una
tropa de 3000 insurgentes cubanos dirigida por Máximo Gómez y Calixto García,
rodeó el poblado de Cascorro[1] donde
estaba acantonada una guarnición española formada por 170 hombres al mando
del capitán Francisco Neila. Después de casi
una semana de asedio donde los españoles son castigados por el fuego de la
artillería y la superioridad numérica de los cubanos, la única solución que se
baraja para la supervivencia de los españoles, es la destrucción de la
artillería rebelde y de esta forma seguir resistiendo hasta ser rescatados por
las tropas del general Jiménez Castellanos. Para conseguir el sabotaje de las
dos piezas artilleras protegídas entre
unas casas, se ofrece voluntario el soldado Eloy Gonzalo Garcia, huérfano
natural de Madrid y que había sido abandonado en la puerta de la inclusa donde
fue recogido por las monjas.
Eloy Gonzalo, armado con un una lata de gasoil, se
dirigió protegido por la oscuridad de la noche hacia las posiciones cubanas,
sabiendo que era una misión suicida, por lo que antes se habia atado una cuerda a la
cintura para que al menos sus compañeros puedan tirar y recuperar su
cadáver. Los cubanos, sorprendidos en
medio la noche, ven como son destruidas su artillería, cuando reaccionan, se ven atacados por los españoles que
enardecidos por el éxito de Eloy Gonzalo acuden en su ayuda y al que bautizaran
como el “ Héroe de Cascorro” . Días después como esperaban, serán socorridos
por sus compatriotas, que levantaran el sitio de Cascorro. La noticia de la
heróica hazaña llegará a España, donde la figura de Eloy Gonzalo será vista
como el ejemplo de la abnegación patriota de la clase popular frente a la
aristocrática oficialidad española. El “
héroe de Cascorro” fue recompensando en su momento discretamente con la Cruz de
plata al mérito militar perdiéndose su recuerdo en los meses siguientes,
desconociendo la opinión pública española si seguía vivo o había perecido en el
transcurso de la guerra, este hecho marcó el origen del fraude del héroe de
Cascorro.
Al año siguiente el 6 de Abril varios diarios nacionales
recogían la siguiente noticia de la llegada a Cádiz[2]
procedente de Madrid, de Eloy Gonzalo García que se había presentado ante las
autoridades ataviado de uniforme luciendo varias medallas y con secuelas de
haber sido herido. El supuesto Eloy Gonzalo había informando a las
autoridades y a los periodistas, de su deseo de establecerse en Sanlúcar donde
vivía la familia de pescadores que lo había acogido cuando era niño. El
gobernador civil ante la llegada de tan importante personaje, mandó en el acto
un telegrama al alcalde de la ciudad sanluqueña para que este facilitara al
héroe español el encuentro con su familia adoptiva, así mismo la autoridad
provincial política y militar había
gratificado al heroico soldado con una cantidad en metálico como muestra de
admiración[3].
El diario “la Ibéria[4]”
añadía a la sorprendente noticia:
El soldado manifestó ser Eloy
Gonzalo Garcia, héroe de Cascorro , que venia de Madrid y se dirigía a Sanlúcar
de Barrameda donde se encuentra su familia. El soldado lleva todavía vendada la
mano izquierda pues sufre aun de las heridas de machete en los dedos. En la
cara del valiente se nota la cicatriz de un balazo. Eloy dice ha recibido en Madrid
muchos regalos y el diploma de la cruz de San Fernando. El gobernador ha dado a Eloy
una recomendación para el alcalde de Sanlúcar. El gobernador militar le ha dado
diez duros.
Pero claro, la repentina aparición del célebre soldado atrajo la atención de muchas personas que
acudieron a verlo dando lugar al descubrimiento del fraude. Al día siguiente,
los principales diarios nacionales se hacían eco de la verdad sobre la
aparición del héroe de Cascorro en Cádiz[5]:
Los periódicos del Puerto de Santa María
traen la noticia de haber sido preso allí un pájaro de cuenta, llamado José Rodríguez
Romero que se hacia pasar por el héroe de Cascorro .Rodríguez, una vez
recogidas una cartas de recomendación del gobernador de Cádiz y los socorros
que éste le dieran, se marchó al Puerto, presentándose al alcalde, a quien
enseñó las cartas de recomendación que llevaba.
Acompañaba
al falso héroe un sujeto llamado José Gomez. El alcalde, condolido de la
situación que le pintaba Rodríguez, le regaló diez pesetas. En el instante en
que la citada autoridad entregaba el donativo. Presentose en la alcaldía un
empleado de la cárcel que conoció y denunció al supuesto soldado. Este al verse
descubierto, huyó pero fue alcanzado y preso. El sujeto que iba en compañía del
timador también fue detenido. La herida y cicatrices que presentaba Rodríguez
eran simuladas. El empleado de la cárcel conocía al héroe falsificado, por
haberlo tenido preso en la cárcel del Puerto, en cumplimiento de condena por
robo de un reloj. Cuando cumplió su condena Rodríguez fue conducido á Sanlúcar
donde lo tenia reclamado el juez por otro robo. Esto ocurría en enero, desde
entonces hasta la fecha no se había sabido más de este pájaro de cuenta, que
ahora se presenta como héroe de Cascorro.
En otros medios incluso se hablaba que la detención había
tenido lugar en Sanlúcar, sea como fuere, el fraude del héroe de Cascorro había
causado gran expectación en muchos de los pueblos de la provincia, manteniendo
a la prensa nacional pendiente del encuentro del falso Eloy Gonzalo con su
familia. Las propias autoridades y la prensa por la notoriedad del personaje
quisieron mostrarse benevolentes con el soldado demostrando su inocencia y
credulidad ante una figura de carácter popular, sin preguntarse cuál había sido
la verdadera razón de su repentina aparición.
Meses después, saltó a la luz que el verdadero Eloy
Gonzalo había fallecido anónimamente en un hospital de Matanzas en Cuba como consecuencia
de la disentería. El gobierno, a fin de convertir al héroe de Cascorro en un
referente del valor popular ,trasladó sus restos desde la isla al mausoleo del
cementerio de la Almudena. Muchas veces la necesidad de buscar referentes
morales que sirvan de guía, ha sido aprovechada por otros para lucrarse dando
lugar a sucesos tan inverosímiles como
este.
José Mª Hermoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario