La imagen que da nombre a la iglesia de los Desamparados de Sanlúcar de Barrameda responde a la iconografía medieval de la “Virgen de la Misericordia”, es decir, aquella en la que la Madre de Dios aparece como intercesora, protegiendo bajo su manto a los fieles cristianos, representados en este caso por sendas figuras de una mujer y un hombre arrodillados y en actitud orante. Pese a la rigidez que supone esta arcaizante composición, la obra responde a la estética barroca, existiendo además pruebas documentales que permiten situar su realización, al menos, hacia finales del siglo XVII o muy principios del XVIII.
En este sentido, por Manuel Toribio García sabíamos que antes de 1713 se había aportado para su “hechura” la cantidad de 100 pesos por parte del capitán Jerónimo Díaz Romero, miembro de la familia Eón de Porte, benefactora de la hermandad de la Santa Caridad, de la que esta imagen es titular. Por otra parte, últimamente Antonio Romero Dorado ha dado a conocer un grabado que reproduce este grupo escultórico y que forma parte del frontispicio de un impreso fechado en 1701, lo que demuestra que la talla ya existía por entonces.
Todos estos datos permitían fundamentar más la atribución que hicimos por razones formales en 2010 al escultor Ignacio López. Este artista, nacido en Sevilla en 1658 y formado en ella bajo el influjo de maestros como José de Arce o Pedro Roldán, se termina instalando muy pronto, hacia 1679-1680, en El Puerto de Santa María. En esta ciudad mantuvo abierto hasta su fallecimiento en 1718 un importante taller que atendió una amplia demanda local y comarcal. De este modo, está confirmado su trabajo para localidades como Rota y Lebrija y puede suponerse para otras del entorno, sobre todo, Jerez de la Frontera, donde existen un buen número de tallas atribuibles a López. Un maestro que, por tanto, estaba plenamente activo en la zona por los años en los que se ejecutaría la sanluqueña Virgen de los Desamparados.
Esta escultura consta que ha sufrido dos intervenciones relevantes. Una, en 1762, cuando se renovó su policromía por el pintor Francisco de Alanís. La segunda, más reciente, de 2011, supuso retocar dicho acabado polícromo y construir una nueva peana, trabajos efectuados, respectivamente, por las doradoras Amalia Morales y Felisa García y el carpintero Francisco Javier Carrillo Jiménez. Hace unos meses pudimos saber que en esta última actuación se comprobó que en el interior ahuecado de la pieza existía una inscripción que indicaría la autoría de la misma. Gracias a diversas gestiones de Óscar Franco Cotán, del referido Antonio Romero Dorado, del presidente de la Fundación de la Santa Caridad, Rafael Ibáñez García, y del teniente de hermano mayor de la hermandad, Antonio Romero González, se ha logrado acceder a una serie de fotografías tomadas durante su intervención por el Sr. Carrillo Jiménez, quien ha tenido la amabilidad de facilitarlas para nuestro estudio. A todos ellos agradecemos su inestimable colaboración pues a través de estas fotografías se ha conseguido reconstruir la casi totalidad del contenido del texto escrito en el interior de la escultura. En él se da noticia de la fecha de ejecución, la autoría, la persona que corrió con el coste de las labores de talla y el precio de las mismas. Su contenido es el siguiente:
“Se izo esta sta. ymagen El / Año de 1691 y la Yzo Ygnacio Franco. Lopez En el puerto de Sta. Maria /
Y la Corio con Ella Dn. Matias / Alejandro Severino prebitero / costo en madera dozientos ¿reales? / (de) vellón”.
Aunque sería deseable poder acceder de manera directa a esta inscripción para completar la información que aquí presentamos, merece la pena destacar la importancia de este hallazgo para la historia del arte provincial y para el conocimiento de este artista, hasta hace poco desconocido y cuyo catálogo de obras seguras sigue siendo, por desgracia, escaso, reducido a un pequeño grupo de imágenes documentadas o, como en este caso, firmadas. De hecho, se trataría, por ahora, de la única creación de Ignacio López donde éste deja plasmado su nombre, junto a un San Buenaventura de procedencia desconocida y hoy en una colección particular canaria, que también se encuentra curiosamente fechado en el mismo año de 1691. Un descubrimiento que merecerá un artículo más extenso de próxima publicación y que viene, en definitiva, a ratificar la atribución que planteamos en su día y que, asimismo, permite afianzar otras propuestas de autoría sobre grandes muestras de la imaginería barroca en la provincia de Cádiz.
Bibliografía:
MORENO ARANA, José Manuel: La policromía en Jerez de la Frontera durante el siglo XVIII. Sevilla, 2010, p. 140.
MORENO ARANA, José Manuel: El escultor Ignacio López y su época (1658-1718)”. Jerez de la Frontera, 2018.
TORIBIO GARCÍA, Manuel: “Arte y Artistas en la iglesia de los Desamparados de Sanlúcar de Barrameda siglo XVIII”, Sanlúcar de Barrameda, nº 28, 1992, s/p.
TORIBIO GARCÍA, Manuel: “Los Eón del Porte y la Santa Caridad de Sanlúcar”, Sanlúcar de Barrameda, nº 34, 1998, s/p.
ROMERO DORADO, Antonio: “Nuevas atribuciones al pintor Antonio Borrego (1660-1746)”, Cartare. Revista de Humanidades, nº 12, p. 146.